Los hombres y las mujeres no tienen los mismos instintos en el momento de hacer el amor, ni exactamente los mismos temores, ni reaccionan a exactamente los mismos estímulos. Un hombre puede querer el suicidio si se considera impotente, mas una mujer frígida ni siquiera se sentirá responsable de su falta de orgasmo.

La felación o felatio (del latín fellatio, de fellare, 'chupar')[1] o bien coito per os (por boca)[2] es una práctica de sexo oral consistente en chupetear, relamer o emplear la lengua para producir movimientos circulares en el balano y alentar el pene con la boca y con los labios.

Toca suavemente tus senos y observa cómo se sienten: llanos, pesados, ligeros, llenos, delgados…. Traza la forma y continúa acariciándola ligeramente. Tenga presente las sensaciones verbales o con un gemido bajo para conseguir un incremento de su muchacho.

Una mano aplica lubricación a los genitales con movimientos ascendentes suavísimas, desde la abertura vaginal, por medio de los labios, hasta el clítoris. La otra mano pasa a acariciar los senos y empieza a apretar y pellizcar los pezones a lo largo de cinco minutos.

Las articulaciones tienen una riqueza sensitiva alta y si las estimulas bien apoyan el desarrollo erótico de tu pareja, estimula zonas con la yema de los dedos, los labios, el pabellón auricular, zonas erógenas como los pezones.

El varón busca sus contestaciones, le disgusta que alguien le indique de qué forma hacer las cosas y no aguanta las sugerencias, ni tan siquiera las de su mujer. De ahí que, un deseo muy del hombre es tener su negocio para no depender de alguien, para no rendir cuentas y evitar controles.

Soy una acompañante fina, elegante y estoy hecha para caballeros de exquisito gusto. Te harás adepto a mis apasionados besos y a mis ardientes carícias. Llámame y juntos vamos a hacer tremer las pareces con nuestra pasión.