Si quiere parar, ya lo hará ella. Si lo haces tú o le das algún argumento en favor de continuar, discutirá contigo y la llevarás al Modo Lógico. En ambos casos, eres tú quien la está sacando de su Estado Conveniente.

Soy hermosa, de facciones armoniosas y extensa sonrisa. Tengo un cuerpo hecho para el pecado. Me gusta conversar y leer, tengo una personalidad interesante y entretenida.

Deja a un lado el perfeccionismo: tan solo sirve para paralizarte. Intenta sacar el lado positivo de cada cosa que hagas, en vez de meditar en lo que le falta para ser perfecta. Se trata de ver tu vaso medio lleno en lugar de medio vacío.

Primero, te debes valorar lo bastante para asegurarte de buscar un hombre de alta calidad. Ya te dije que nada de esto aplica para un hombre que simplemente ha decidido no ser absolutamente nadie en la vida.

Me encantaría tener un encuentro contigo, compartir instantes de amedrentad, lujuria y pasión. Tus fantasías se harán realidad. Disfruta de mi compañía.

Culminación de la excitación y el deseo. Los orgasmos asimismo pueden representar la terminación de la excitación y el deseo. Ciertos abrazan esto como un estado maravilloso, al tiempo que otros pueden sentirse tristes de que toda la pasión y la conexión intensa hayan llegado a su fin.

Soy una joven universitaria, buena conversadora, además muy sonriente y entretenida, con lo que disfrutarás de un encuentro, cena, evento, fabuloso, no te aburrirás conmigo.

Este escrito se propone, exactamente, brindar seguridad y tranquilidad a los amantes, a fin de que no vean el sexo anal como una esfera prohibida y desconocida sino, más bien, como un placer para compartir, un verdadero tesoro por descubrir.

El uso de enemas puede ser una práctica fronteriza que puede tener su protagonismo tanto en un juego de rol, como en una escena de fetichismo médico o en prácticas de dominación y sumisión o bien de carácter más marcadamente sadomasoquista.

Ambos sexos pueden practicarlo. Caso de que sea la mujer quien vaya a disfrutar de la experiencia, puede yacer arrodillada boca abajo para elevar su trasero aún más, o bien acostada boca arriba colocando una almohada bajo las nalgas, manteniendo las piernas separadas y pegadas al pecho.