Cuando llegué del billar mi mamá me preguntó que si habíamos terminado el trabajo en equipo. Estaba algo preocupada, ya era tarde para estar fuera de casa, con lo que me sentí obligado a decirle nada más que la verdad.

Todas y cada una de las células de nuestro cuerpo están comunicadas entre sí, siguiendo las órdenes de nuestros pensamientos. La mejor noticia es que es muy fácil curarse a uno mismo; el paso inicial, después de quererse a uno mismo, es usar palabras positivas.

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Caso de que el vaidya haya detectado un problema específico, los marmas sobre los que se trabaje van a ser unos y no otros. En un masaje general, en cambio, se sigue una rutina preestablecida: cabeza y cuello; manos y brazos y, por último, piernas y pies.

El valor ritual de la unión sexual en la India era conocido desde los tiempos prevédicos, pero el Tantrismo lo llevó a su culminación convirtiéndolo en un vehículo de salvación, en un camino para lograr la iluminación.

No des consejos, solo sugiere, no te las sepas de todas y cada una, entiende a todos. Recuerda que la mujer más mala es buena en el fondo, aunque a veces sus actitudes no son las que quieres, no le des mucha importancia y sigue hablándole. ¿O.K.?

¿Cómo una persona tan afable podía ser descuidado con su mujer? Pues con las personas que tratamos poco o no conocemos queremos quedar bien, esperamos tener con ellas una buena relación. Sin embargo, con su mujer ya no aguardaba prosperar la relación.

¡Probablemente buena o muy buena! Piense de qué forma actúa cuando se encuentra con una persona amable…Su predisposición para hablar con él es distinta que con otras personas ¿Verdad? Esto es debido a que el concepto de esa persona se asocia de manera inconsciente con el bienestar.

Laia es una catalana universitaria además de reconocida modelo. A lo largo de estas vacaciones se aventura a relacionarse de una manera deshinibida. Entretenida y muy, muy guapa.

No obstante, si hubiéramos puesto en práctica estos ejercicios desde el principio, habría sido otra cosa, y si hubiéramos podido descubrir que el defecto realmente estaba en nuestra mente, ejercitando los defectos y dejando de lado las virtudes, otro gallo cantaría.